El 13 de noviembre pusimos rumbo hacia Volos, ciudad en la región de Tesalia en el golfo Pagasético, al pie del monte Pelión, tierra de centauros, según la mitología griega.

Grecia es un país montañoso, pero en esta región que hemos visitado existen extensiones agrícolas relevantes, dimos fe de ello a través de los exquisitos manjares que disfrutamos junto a sus amables y hospitalarios habitantes. Hoy en día, Volos, es un puerto comercial rodeado por una importante zona industrial y donde se está desarrollando un importante turismo interior. Cuenta con restos arqueológicos como los de Dimini y Sesko, pertenecientes al neolítico, los antecedentes de Volos estarían en la antigua Yolco, patria de Jasón que con la nave Argos y junto a los argonautas, partió de Págasas (hoy Volos) hasta Cólquide en busca del vellocinio de oro, vinculada a la mitología y leyendas de la antiuga Grecia. Posteriormente, en ese entorno, se sitúa el origen de Tesalónica, hija de Filipo II y hermanastra de Alejandro Magno.

Toda esta historia vinculada a esta hermosa ciudad nos fue revelada mientras paseábamos por su paseo marítimo, visitábamos sus edificios más representativos y emblemáticos, como la universidad de la que conocimos la vinculación a la estructura industrial del siglo XIX y XX.

El programa Erasmus desarrollado implicaba conocer innovaciones tecnológicas relacionadas con la sostenibilidad medioambiental y las energías limpias y renovables. Para ello el alumnado desarrolló diversos talleres en el centro educativo 2º Geniko Lykeio Neas Ionias, y distintas visitas, como la realizada una planta de energía fotovoltáica que sumistra electricidad a una industria láctea de la región, o la de los monasterios suspendidos en el cielo de Meteora, en las proximidades de Kalambaka, en el valle del río del Peneo, donde disfrutamos de espléndidas vistas de edificaciones sobre rocas grisáceas a 600 metros de altitud, que han sido habitadas desde el siglo XIV por monjes ortodoxos. Según avanzaba la semana, el alumnado compartía experiencias educativas y lúdicas vinculadas con el conocimiento de la región, como la ruta por el sendero de los centauros. La mágica naturaleza en el monte Pelión nos permitió disfrutar de los colores y olores propios del otoño. Como gran colofón visitamos la acrópolis de Atenas y su increíble museo: conocer la cuna de la democracia y comprender la mezcla de culturas que existen en la capital de un país acogedor con quién lo visita.

Ha sido una grata experiencia para todos, tenemos nuevos amigos, es más, regresamos con una nueva familia en Volos y la mochila cargada de recuerdos y experiencias que nunca olvidaremos.

Fuensanta Luque Ortiz
Profesora Geografía e Historia